Conservamos intactas la ilusión y las ganas de hacer algo que nos gusta, aquello que nos acompaña en nuestra andadura en la vida adulta: pasar la tarde con ella.
La más bella. La de cuello alto y talle cristalino. La que nunca nos engaña aunque tenga telarañas.
De cerveza, la botella.
¡¡Si bebes, no conduzcas el carro de combate!!




