El general von Hammerstein juzgaba a sus oficiales en cuatro grupos.

 “Juzgo a mis Oficiales en cuatro grupos: «Los hay inteligentes, trabajadores, estúpidos y perezosos (…)» ”.

General von Hammerstein, Jefe del Reichswehr de 1930 a 1934 durante la República de Weimar. 

El general von Hammerstein-Equord, preguntado sobre los criterios con los que evaluaba a sus oficiales, vino a responder:

 “Clasifico a mis oficiales en cuatro clases. Los hay inteligentes, trabajadores, estúpidos y perezosos. 

En la mayoría de los casos concurren dos características. 

Unos son inteligentes y trabajadores; su lugar es el Estado Mayor.

Otros son  tontos y vagos; suman el noventa por ciento de todos los ejércitos y son aptos para las tareas de rutina. 

Quién es inteligente y, a la vez, perezoso, está cualificado para las más altas tareas de liderazgo, pues aporta la claridad mental y el aplomo necesarios para tomar decisiones difíciles. 

Y hay que tener cuidado con quién es tonto y trabajador; en ese no se puede delegar ninguna responsabilidad, pues siempre causará alguna desgracia.”

Zur Unterscheidung und Eignung von Offizieren meinte Hammerstein:

„Ich unterscheide vier Arten. Es gibt kluge, fleißige, dumme und faule Offiziere. Meist treffen zwei Eigenschaften zusammen. Die einen sind klug und fleißig, die müssen in den Generalstab. Die nächsten sind dumm und faul; sie machen in jeder Armee 90 % aus und sind für Routineaufgaben geeignet. Wer klug ist und gleichzeitig faul, qualifiziert sich für die höchsten Führungsaufgaben, denn er bringt die geistige Klarheit und die Nervenstärke für schwere Entscheidungen mit. Hüten muss man sich vor dem, der gleichzeitig dumm und fleißig ist; dem darf man keine Verantwortung übertragen, denn er wird immer nur Unheil anrichten.“